PADRES EN LA SALA DE RADIOGRAFÍA

En el pasado era frecuente no permitir que los padres acompañasen a sus hijos en la sala de radiografía.
Hoy día muchos técnicos y radiólogos pediátricos creen que se debe permitir a los padres que acompañen a los niños si desean hacerlo. De hecho, puesto que la mayor parte de los padres pueden proporcionar soporte importante a los hijos, es probable que se deba aconsejar su presencia si el niño presenta temor inusual.
A veces los padres se muestran más preocupados que el propio niño, con lo que deberemos con mucho tacto indicarles que sería preferible que éstos se queden en la sala de espera.
A menos que la madre tenga la seguridad de no estar embarazada, debe permanecer en el cuarto de control o fuera de la sala de radiografía cuando se hace la exposición.

Los padres pueden servir de gran ayuda para poder sujetar al niño. 

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